martes, 3 de junio de 2014

MÁS SOBRE INTERNACIONALIZACION Y COMPETITIVIDAD


No pensáis que  ya aburre un poco el discurso sobre la Internacionalización y la Innovación? ... y que conste que no digo eso porque no crea que es cierto que son los dos factores clave para nuestra salida de la crisis, que lo creo, sino porque a los que más se les llena la boca es a los que no han hecho nada para promocionarlo y no solamente eso sino que, además, “seguimos” poniendo dificultades a la competitividad de nuestras empresas... y me explico:

Está claro que hablar de internacionalización es hablar también de competitividad, y no se me puede olvidar lo desorbitado del coste de la energía que deja fuera del mercado internacional a muchas empresas en las que el coste energético constituye un elevado porcentaje del coste final de su producto y que esto está propiciando cosas como que muchas empresas americanas de la costa este (también tienen derecho) hayan encontrado aquí un enorme mercado donde exportar productos químicos muy intensos en energía en su proceso de elaboración.
No se me puede olvidar que hace poco éramos un referente mundial en el campo de la energía eólica y podríamos seguir siéndolo si no fuera porque la mayoría de esas empresas se están marchando, prácticamente “empujadas” por la administración.
Tampoco puedo olvidar lo que se hablaba, hace un tiempo, sobre las posibilidades del mercado de las energías renovables en España, una obviedad, dada nuestra climatología privilegiada, que no se ha traducido en hechos porque hay otros intereses, precisamente de grandes compañías que todos conocemos, que lo que verdaderamente hacen bien es facilitar jubilaciones doradas a más de un ex-primer espada en horas bajas.
El mercado verde sigue siendo una gran asignatura pendiente en España que no acaba de convertirse en una oportunidad real porque da toda la sensación de que no interesa.
Que la industria del doblaje cinematográfico sea o fuera un gran negocio en nuestro país ha sido el origen de una generación de “analfabetos” en inglés cuyas consecuencias estamos pagando en el ámbito de la internacionalización.
Que exista una velada amenaza, estos últimos días, por parte del gobierno, sobre la posibilidad de eliminar las deducciones fiscales a las empresas por innovación y desarrollo es “naif” o, por lo menos, directamente una burla a nuestra inteligencia.
Que se discuta tanto tiempo y de forma patéticamente obvia, por intereses de unos y de otros, sobre la idoneidad del corredor mediterráneo, daría risa si no fuera porque es un asunto muy serio.
Que las ayudas del ICEX a la internacionalización de las empresas en 2013, cuando más lo necesitamos, sean inferiores en valor absoluto a las del año 74 no se puede entender.
Que los traspasos de competencias a las comunidades autónomas no hayan ido acompañados de un verdadero desmantelamiento de las estructuras asociadas en Madrid da pena y sería inadmisible en cualquier empresa seria.
Que los chequeos médicos cuando tenemos dolencias al nivel de un corte con “tirita” se vean acompañados de un montón de pruebas carísimas que no podemos costear, porque así se queda tranquilo el facultativo de turno, deberíamos hacérnoslo mirar seriamente y alguien con autoridad en la plaza debería poner el límite adecuado. Pero allí nadie manda.
Y seguiría, pero... aun así, nuestro país es increíble.

Vamos en positivo:

Gracias a la iniciativa de la Generalitat de Catalunya y la Universitat Pompeu Fabra, hace veinte años se fundó la Escuela Superior de Comercio Internacional , ESCI, en Barcelona, de la que están saliendo promociones de jóvenes preparados para la misión (se llaman a sí mismos los “doers” .. está todo dicho). Centros como Can Ruti, Hospital Clínico y otros tiene el reconocimiento internacional en campos tan importantes como el estudio del cáncer o de todo tipo de trasplantes. Muchas de nuestras empresas están aguantando esta crisis a base de “exportar” a pesar de las dificultades para obtener la financiación necesaria en muchos casos, financiación que como sabemos se reserva a otros fines más alejados de nuestra realidad. Barcelona se está convirtiendo en un referente internacional el campo de las “smart cities”. Nuestras fabricas de automóviles “resisten” el ataque de países con mano de obra más barata gracias a su alta productividad. En Catalunya tenemos buenos centros de investigación como ASCAMM, LEITAT, CETEMMSA. Nuestros directivos en “paro” por cierre de plantas y empresas, se reciclan en actividades como el “Interim Management”, para ayudar precisamente a empresas que no pueden pagar un salario “full” de ese nivel, pero se pueden beneficiar de un gran nivel de conocimiento y experiencia, casi pagando por horas. Empresas que ni se lo habían planteado, se atreven a proponer sus propios convenios para mejorar su competitividad implicando y buscando la complicidad de empresarios, directivos y trabajadores para sacar adelante las empresas y mantener los puestos de trabajo. Está apareciendo una nueva generación de sindicalistas, bien preparados y constructivos que consideran que la flexibilidad es una herramienta de competitividad de las empresas y no un arma de la patronal cargada por el diablo. Tenemos, en definitiva, aquello que es fundamental, las personas, la iniciativa y la actitud.
Y podría seguir... 
Solo quiero hacerme la reflexión de donde podríamos estar si las políticas acompañaran verdaderamente a las iniciativas de los buenos técnicos, directivos y emprendedores que tiene este país, y, sobre todo, donde podemos llegar si no tiramos la  toalla y seguimos luchando para cambiar las cosas, en Madrid, en Barcelona y en nuestro pueblo.

Saludos.

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