sábado, 3 de septiembre de 2011

RECORTES EN LA ADMINISTRACION Y PROFESIONALIDAD

Cuando en las empresas seleccionamos a los mejores, contamos con el asesoramiento de una empresa de selección acreditada que nos garantice que aquel/lla profesional que va a ser contratado/a nos asegura el éxito en la misión que le va a ser encomendada.

Nunca contratamos al amigo/a, el marido, o el pariente, salvo una evidencia muy clara de que es el perfil más adecuado por una u otra razón y siempre con la espada de Damocles encima de nuestras cabezas porque si no “sale bien” nos oiremos decir muchas cosas, aparte de  la pérdida de tiempo y dinero que supone equivocarse y tener que rectificar a los pocos meses.

Aun así nos equivocamos muchísimo, al punto que un estudio de Harvard cifra en un 40 % los casos de fracaso en la contratación de directivos que no llegan a los 18 meses en su cargo.

La Administración, sin embargo, debe contar con mecanismos, para mi desconocidos, que le garantiza el éxito no menos de cuatro años de media, que es lo que dura una legislatura incluso contratando a los amigos/as o parientes sin que en ningún caso exista el reconocimiento público y notorio de la adecuación del perfil al puesto.

El problema aquí es que en las empresas existe un Director General, un Consejo de Administración o finalmente unos Accionistas que piden: resultados por un lado o responsabilidades por otro cuando aquellos no se consiguen.

En la administración nos falla el Director General, nos falla el Consejo y, sobre todo, fallamos los accionistas, que vemos impasibles la falta de profesionalidad en cargos públicos, haciendo broma y chistes sobre el tema pero sin tomar cartas en el asunto.

Hablando de falta de profesionalidad tenemos un ejemplo claro en los recortes y muchas de las medidas que se están tomando con mayor o menor aceptación por parte de todos.

Cuando en cualquier empresa que se precie se abordan temas de reducción de gastos, a nadie se le ocurre dar menor calidad en los productos o peor servicio a los clientes. Puede llegarse a eso, pero nunca de entrada, porque eso es garantía de desaparición del mercado.


Para “recortar” gastos se han desarrollado técnicas durante décadas que son de aplicación en cualquier escenario. Desde un análisis ABC combinado con Análisis del Valor (de esto en el colegio de Ingenieros en Barcelona sabemos un rato) , pasando por técnicas LEAN para determinar aquello que no nos aporta ningún valor y supone un coste prescindible, las técnicas KAIZEN , SMED, Análisis de Procesos … y muchas más con las que no quiero aburrir.

Analizado el presupuesto de algunos ayuntamientos, vemos que los gastos de personal suponen desde un 24 o 25 % en ayuntamientos como Madrid o Barcelona, hasta un 42 % en el de Valencia, pasando por un 30% en ayuntamientos como Santiago. Tema este para reflexionar ya que en teoría estos ayuntamientos se dedican más o menos a lo mismo.

Esta es la partida más importante después del global de servicios y transferencias corrientes que se sitúa entorno del 50 % del presupuesto en la mayoría de los casos.

Quisiera que la administración se dejara asesorar por los profesionales para reducir gastos para, de una vez por todas, tomar las buenas decisiones, reduciendo en los verdaderamente innecesarios y prescindibles, y sobre todo con unos criterios avalados no solo por el sentido común sino por una correcta aplicación de las técnicas de análisis de que disponemos.

Nunca hemos desarrollado proyectos de Interim Management para la Administración, pero lo están pidiendo a gritos.

1 comentario:

  1. Un tema realmente interesante.
    La figura del I.M. trabajando para al Administración. ¿porqué no?.....
    Un I.M. tiene un contrato externo que lo vincula a un proyecto de una manera temporal, por objetivos, con un coste predefinido y con una fecha de salida.
    ¿No sería eso mucho más claro, eficiente y económico para la Administración que el "cargar" la nómina pública con nuevos funcionarios y/o asesores externos?. No sé porque, pero al final de cada legislatura, las partidas "de personal" siempre se incrementan, nunca se reducen. Otro tema, son los servicios que prestan.
    Quizás uno de los problemas actuales es que la visión de la clase política en escasos casos sobrepasa los 4 años de su legislatura y que la mayoría de los problemas que tenemos encima de la mesa requieren de una inversión en tiempo mucho mayor.
    Otro de los problemas, es que los accionistas "somos muchos" y con visiones muy distintas....y que con frecuencia, "nos marean".
    Otra opción -como me parece que apuntas- sería la de tener un gabinete técnico aparte de la gestión política legislativa con una visión mucho más empresarial y en donde se evaluara el valor que aportan y el coste que ello significa.
    Un abrazo.

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