Es cada vez más frecuente, cuando nos encontramos en medio de
procesos de selección, entrevistar personas que están tan preocupadas por las
condiciones de trabajo, el ambiente, las perspectivas de futuro, de quien será
su jefe, o simplemente del horario, como del salario propiamente dicho.
Algo está pasando cuando alguno de estos factores nos hace
decidir por uno u otro empleo independientemente de las condiciones económicas.
Para mí algo bueno, venga de donde venga.
Los profesionales con un largo recorrido ya, sobre todo si
hemos tenido algunas responsabilidades, nos hemos llegado a creer que no había
otra forma de trabajar que el “darlo todo”. Sigo pensando que hay que
comprometerse al cien por cien con la empresa y con el proyecto si queremos
tener éxito, pero seguramente hay otras formas mejores que entender el “darlo
todo” que no sea mantener tres reuniones en un día en tres países distintos o
renunciar a nuestras vacaciones por cualquier motivo… seguro muy importante...