Hace unos años nos llamó una
importante empresa fabricante de artículos deportivos que acababa de
implementar SAP y sus directivos estaban desesperados con la planificación.
Desde que se implantó el nuevo
sistema los retrasos en fabricación y entregas a clientes iban de mal en peor y
prácticamente se había abandonado la idea de planificar por SAP y se seguía dependiendo
de enormes tablas Excel manejadas de forma personal por los responsables de
producción.
Cuando pasan estas cosas, nunca
es el SAP, como veremos.