Si a estas alturas me pongo a decir que es necesario
internacionalizar nuestras empresas, poco va a durar la paciencia del lector
por obvio y repetitivo.
Sin embargo necesito coger el altavoz y pregonarlo
porque recientemente he estado en contacto con algunas pequeñas empresas y no
tan pequeñas cuya cuota de mercado externo es prácticamente insignificante.
Estas empresas dependen exclusivamente del mercado
español, lo cual, con los tiempos que corren, no es buena cosa. Y no estoy
pensando en el boicot del cava y cosas parecidas por el hecho de los últimos
acontecimientos en Cataluña, sino en la realidad de este mercado, con un nivel
de consumo en mínimos históricos ...