Sin líderes u organizaciones que hagan
de la ética su bandera y sin un liderazgo ético no saldremos adelante y lamentablemente
no estoy hablando de la crisis, que durará lo que dure, sino de todo en general.
En las escuelas de negocios deberíamos
invitar menos “gurús” de los que tienen acciones en Microsoft o Apple y más pensadores
de visión amplia que se atrevan a decir algunas verdades que aquellos no se
atreven.
Hace unos años asistí a unas charlas
con Josep Mª Soler, Abad de Montserrat, que me impactó. Sus palabras, en estos momentos
de desconcierto, me parecen de gran interés y rabiosa actualidad...