En Catalunya tenemos censadas unas 300.000 empresas que dispongan de por lo menos un empleado en plantilla, y de estas, unas 260.000, es decir el 87 % tienen menos de 10 empleados, otras 34.000 tienen entre 10 y 50 empleados, y solamente 6.000 tienen plantillas superiores a 50 personas, de las que únicamente 150 empresas son verdaderamente grandes y emplean a más de 1.000 personas.
Cuando nos enfrentamos a un periodo de crisis de “profundidad” y “longitud” inciertas, las grandes empresas, que manejan perfectamente los contactos económicos y políticos, son las primeras en "maniobrar".
Sin embargo, se oye hablar mucho menos de las pequeñas y medianas empresas que en muchos casos están sufriendo la crisis de forma asfixiante, con clientes que no pueden pagar, mercados en horas bajas y bancos que cierran sus puertas cuando más se les necesita.
Además estas empresas acostumbran a estar gestionadas por un reducido equipo de directivos, a veces, las más, confundidos con los accionistas, muchos de ellos que han hecho su carrera en la empresa y no han conocido en profundidad otras organizaciones. Son grandes conocedores de sus productos, de las necesidades de sus clientes, de las expectativas de calidad requerida, tienen un mérito enorme, poco hay que explicarles de su negocio, pero también son muchos los casos en que este profundo conocimiento de lo esencial de su negocio va acompañado de un desconocimiento de los costes reales, conocimiento imprescindible para poder tomar decisiones estratégicas respecto a productos, clientes o mercados, basándose en los márgenes de contribución.
O también nos encontraremos empresas con una presencia internacional insignificante o nula. En muchos casos también nos encontraremos directivos con una gran dificultad para gestionar la empresa en momentos en que el entorno está obligando a tomar decisiones nuevas, a veces traumáticas, para garantizar el futuro de la compañía.
Es una realidad que las empresas de tamaño pequeño o mediano, salvo excepciones, aun tienen dificultades para integrar conceptos como el de los Directivos Temporales, magnífica opción por otra parte, en momentos de dificultad y cambio. Y los motivos van desde la creencia de que es una opción cara hasta los recelos propios de desnudar la compañía ante alguien que se va a marchar una vez acabada su misión.
Nunca dudaríamos en cambio en reclutar un buen navegante que conociera los mares en los que nuestro barco estuviese peleando por seguir a flote , y no nos extrañaría nada que una vez nos dejase en puerto, sanos y salvos, marchara en busca de nuevos retos.
Es el momento de romper estas inercias, hay que contratar a los mejores para salir de una situación nueva en la que la única receta es la innovación, la flexibilización y optimización de estructuras para mejorar la competitividad y en muchos casos la internacionalización en busca de algunos mercados en crecimiento, tomando las decisiones adecuadas sin condicionarse por el pasado ni por el presente, solo pensando en el futuro.
Estas pequeñas y medianas empresas deben saber que:
* Contratar a grandes profesionales para ayudarles a salir de la crisis y prepararse para el futuro es una opción barata y eficaz
* Existen cada vez más profesionales que están dispuestos a pasar unos meses con la “camiseta” puesta para ayudarles
* No solamente existen estos profesionales sino que además hay organizaciones como ICSA capaces de organizar “un equipo” en caso necesario
* La forma de trabajar es siempre por objetivos y orientada a resultados, como si del equipo de Dirección se tratase, y de hecho es lo que es.
En momentos de gran recesión y dificultades la consultoría tradicional pierde terreno frente a este tipo de intervenciones ya que no se trata solo de encontrar la estrategia y el camino a seguir sino de llevarlo a cabo tomando las buenas decisiones “desde dentro”, con la camiseta puesta y codo con codo, día a día, paso a paso, sumando el profundo conocimiento de la empresa, el producto y el mercado que tiene el equipo de “casa”, con la visión objetiva y la experiencia del Directivo Temporal.
Por desgracia la crisis ha dejado en tierra a una gran cantidad de "patrones" que han navegado en mares revueltos y que acumulan una experiencia valiosísima para aquellas empresas que sepan darse cuenta y lo aprovechen.
Seguimos insistiendo en la opción Interim Management porque creemos que es una gran oportunidad para los profesionales y para las empresas.
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