LA INDUSTRIA MOTOR DE EMPLEO

Esta mañana me he entrevistado con un empresario del norte de Europa que se dedica a realizar proyectos de automatización para la manipulación de líquidos, gases y materiales sólidos en polvo.

Quiere montarse aquí para dar respuesta a importantes proyectos que ha conseguido en España y el sur de Francia y que pueden ser liderados desde su país pero tienen que realizarse con personal de aquí, bilingüe español-inglés o francés.

Este será el inició de una nueva empresa en Barcelona que va a contratar hasta cuatro ingenieros en una primera fase y que, estoy seguro, muy pronto contará con una plantilla mucho más amplia y una pequeña estructura de dirección y comercial para alimentar su propia vida y seguir creciendo.

No somos un país de sol y playa ya hace tiempo. La industria sigue tirando y por lo menos unos cuantos ingenieros no tendrán que emigrar en busca de oportunidades.

Me ha gustado sobre todo la mentalidad de este empresario que después de describir un perfil profesional muy detallado en cuanto a competencias, conocimientos y formación, me ha dicho que, sin lugar a dudas, encontraríamos este perfil profesional, pero lo que le preocupa es encontrar a la persona que tenga este perfil y aporte cualidades de compromiso, esfuerzo, dedicación y ganas de crecer con la empresa.

Esta parte humana es la que, siempre lo hemos dicho, hace la diferencia: la Actitud.

Él estaba seguro de encontrar el perfil competencial, yo estoy seguro de encontrar también el perfil humano que va a completar unos buenísimos profesionales que se van a sumar a un gran proyecto.

Detrás de esta historia hay varias lecturas:

La primera es que existen empresas españolas que siguen invirtiendo en mejorar sus instalaciones para aumentar su competitividad.

La segunda es que si un proyecto o una inversión son buenos y están bien defendidos y soportados por un buen dossier, nada voluntarista y mucho realista, encuentran financiación. Porque estamos hablando de que una empresa del norte de Europa se instala en España porque tiene proyectos que realizar durante los próximos tres años y esto les prepara el camino para montar una nueva sede y dar cobertura a una zona muy alejada de su H.Q. consolidando lo que para ellos es un nuevo mercado.

La tercera es que los ingenieros españoles tienen prestigio en Europa. Y esta no es nueva, pero sí que es una gran noticia. Lástima que no hemos podido huir de la pregunta. “ y en el sur es igual?”... a nivel de productividad? Yo tengo claro que, por lo menos, si el sur es Castilla La Mancha, donde he pasado muchos años de mi vida viviendo y trabajando, la respuesta es SI, con mayúsculas. Por descontado. España está llena de buenos profesionales a todos los niveles y me gustaría que ya no fuera necesario ir defendiéndonos de estos tópicos que, como veis, siguen apareciendo en pleno siglo XXI.

Otra conclusión es que el entorno industrial de España y sur de Europa siguen siendo atractivos para las empresas tecnológicas, porque el planteamiento de nuestro amigo es desarrollar los proyectos pero sin tocar ni un cable ni un tornillo. Van a subcontratar todo aquí porque la industria auxiliar les da plenas garantías en cuanto al suministro, mantenimiento y soporte en general para la realización práctica de los proyectos que tienen adjudicados.

Finalmente estaba encantado porque ha descubierto que en España además de alimentarnos disfrutamos de una gran cocina y, sea en un menú de 12 euros o en una carta a 40, hay un hecho diferencial en cuanto al concepto de lo que es “comer”. Y esto añade un plus nada despreciable que enamora a todo el que lo prueba, sobre todo si viene de las cocinas del norte de Europa que no se caracterizan precisamente por una calidad y diversidad comparable con las de España, Francia, Portugal , Italia o Grecia, los únicos sitios de Europa donde puede uno ir a comer, a un precio normal, y disfrutar de verdad haciéndolo. (Se que soy muy radical, pero es que en mi vida profesional he pasado semanas en Alemania, en Inglaterra o en Bélgica y es triste... muy triste).

Volviendo a lo nuestro quería solamente dejaros hoy este mensaje positivo, que falta nos hace, y sobre todo dejar constancia, con un hecho concreto y real, de que nuestra Industria sigue adelante, exportando cada vez más, con sus subes y bajas pero apostando por la productividad y calidad como garantía para ganarse los mercados doméstico y exterior a base de actitud, ganas y espíritu empresarial.

Saludos
Francesc