Nos hemos empeñado durante mucho tiempo en hacer buenos productos, dar buenos servicios, y creíamos que eso era suficiente para tener éxito.
De hecho ha sido así durante un tiempo, pero si desde hace unos años cada vez es menos cierto, la verdad es que ahora no tiene ningún sentido.
La empresa "producto" o la empresa "servicio”, creo que está condenada a desaparecer y solo tendrá sentido lo que podríamos llamar "EMPRESA - CLIENTE".
El paradigma sería una empresa como APPLE, que ya no tiene clientes sino fans. Da igual lo que "saque”, será un éxito. APPLE siempre ha pensado en su cliente, añadiendo valor a su vida, al día a día profesional y personal. Pero APPLE se mueve por el cielo.
Volviendo a "la tierra”, muchas empresas "producto" o "servicio" están aun a tiempo de sumarse al carro de la empresa cliente , pero tienen que reaccionar muy rápidamente porque otros lo están haciendo antes que ellos.
Nuestra razón de ser en el ámbito profesional es encontrar "clientes" que confíen en nosotros, y, si lo conseguimos, porque somos honestos y profesionales , estos clientes nos utilizarán para todo aquello que necesiten y forme parte de nuestras competencias.
Incluso para aquello que, no siendo nuestro core - business, puede ser más fácil para nosotros encontrar y actuar en ese caso como facilitadores.
Hace unos días encontré un viejo amigo que me dijo: " ... Francesc, tiene que volver aquello que nos inculcaron nuestros padres: ser honesto y "trabajador" ( suena rancio eh!) tiene que volver a ser un valor...”. Ya está bien que por ser honesto y trabajador se nos diga que somos el tonto de la clase frente al glamur y admiración que despiertan los especuladores y reyes del pelotazo que han presidido las portadas durante los últimos años.
Yo estoy de acuerdo con los indignados que defienden estos valores, y creo, sinceramente, que esta crisis puede y debe servirnos para limpiar el patio de indeseables, malos profesionales y volver a confiar en el resultado de levantarse temprano (no quiero imitar a Guardiola), de preocuparse por escuchar, entender y ayudar a nuestros clientes más allá de lo que los honorarios fijados en nuestra propuesta de servicios estipulan.
Lo recuperaremos con creces.
Poniéndome la gorra de Cliente, para ello es suficiente con dejar de funcionar por inercia y cuestionar de manera exhaustiva todo aquello que estamos pagando, todos aquellos servicios que nos están dando.
Vamos a reclamar cuando no nos atienden correctamente. Denunciar cuando algún listo nos quiere dar gato por liebre. Dar publicidad a las buenas prácticas y utilizar las redes tanto en positivo como negativo para premiar a los buenos o desenmascarar a los malos .
Alguien dirá que es un poco "naíf" todo esto y que tocando de pies en el suelo no va a ser posible.
Como dice mi hija muchas veces, "que se aparten y nos dejen trabajar aquellos que dicen que es imposible".
Saludos
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