jueves, 21 de junio de 2012

EMPLEO – SALARIO – CAMBIO DE PARADIGMA

Saldremos de esta crisis gracias a un cambio cultural.
Poco a poco parece que todos nos vamos poniendo de acuerdo en esto a excepción de unos pocos a los que ya les va bien el actual modelo.
Los salarios no serán ajenos a esta realidad y también en eso va a haber grandes cambios que en algunos casos ya se están produciendo.

Cuando planteamos esquemas retributivos basados en los parámetros clásicos de retribuciones fijas , variables , comisiones , primas o bonus , en el mejor de los casos ligados a objetivos y a una cultura de la evaluación del desempeño, nos estamos olvidando elementos tan fundamentales como el estar bien liderados, tener información sobre la empresa, saber perfectamente que esperan de nosotros, entender muy bien nuestro rol y la propia organización, tener perspectivas de futuro (lo que llamamos plan de carrera) , trabajar en unas condiciones adecuadas de entorno, de horarios y medios y también de algo tan fundamental como sintonizar con los valores de la compañía.
Los que estamos cerca de este mundo de las retribuciones y además tenemos el privilegio de estar en contacto con universitarios a punto de entrar en las empresas, podemos constatar, y así lo hago, que esa constelación de elementos no dinerarios están ocupando cada vez más un espacio importante y creando expectativas a la hora de acceder a un puesto de trabajo..

Los salarios, por efecto de la crisis y también porque de todo lo que nos han contado y hemos aprendido algunas cosas si eran ciertas, como que la oferta hace bajar los precios, están bajando.
Durante los últimos años bajaron los salarios de substitución: a nadie o a muy pocos les bajaron el sueldo en un mismo puesto durante su vida laboral pero cuando el puesto quedaba libre el nuevo ocupante recibía una compensación inferior o con un fijo inferior y un variable más importante. A nadie se le ocurría que los salarios pudieran bajar sin que mediara en ello el cambio de ocupante. Ahora está pasando. Y no parece que vaya a ser un tema coyuntural porque cada vez estamos más convencidos de que debemos pasar con menos.
No sé si se trata de dar un paso atrás, porque igual es un paso adelante sin saberlo.
Muy probablemente se volverá a recompensar el esfuerzo. No literalmente porque estaríamos muertos, hay que recompensar los resultados, pero es que hay muchas formas de "recompensar".
Cómo vamos a tener que reducir estructuras, fomentaremos la polivalencia y fomentaremos los apoderamientos para que la toma de decisiones sea rápida y  eficaz y en nuestras empresas tengamos colaboradores responsables en vez de colaboradores ocupados.
Muchos no volveremos a sacrificar nuestra vida personal y familiar doce o catorce horas por día y tendremos que ser mucho más efectivos durante el horario “normal” para hacer lo mismo, viéndonos obligados a recapacitar sobre nuestra productividad personal y mejorarla. Y hay recorrido.
es broma
Y es que la empresa no nos podrá pagar más, pero habrá que hacer el trabajo igual o mejor.
Espero, sinceramente, que todo este cambio positivo no se confunda con una vuelta a la “explotación” sino que se entienda como una mejora necesaria de nuestra competitividad.
Esas “horas basura”, “presenciales” y muy improductivas, me recuerdan las grandes ineficiencias consumistas que se traducen, como decía la Vanguardia hace unos días, en que un tercio de la producción de alimentos en España termina en la basura.
No quiero hacer demagogia con lo que se podría hacer con esto porque todos lo sabemos, pero con nuestras horas “presenciales improductivas” estamos haciendo lo mismo en vez de emplearlas de forma útil en otras cosas tan importantes como el trabajo.
Yo veo la oportunidad, en este caso, no de negocio, sino de recuperar nuestra vida incorporando multitud de elementos y actividades que se han perdido. Cosas básicas como el escuchar música en condiciones. Recuerdo cuando compré mi primer equipo musical, analizando los bajos, los graves, los balances, la potencia, la fidelidad.
Hoy consumimos cantidades ingentes de música de mala calidad, a todas horas, con unos MP3 o 4 que no regulan nada, donde la música es “plana”, sin relieve, sin matices, desastrosamente perfecta, y además nos destrozamos los tímpanos con los auriculares, que es uno de los peores inventos de la humanidad. Pero no pasa nada, porque pronto los audífonos serán de usar y tirar como las lentillas. Desechables cuando se acaben las pilas, irán introducidos en las orejas y no se notaran para nada. Esto último imprescindible claro, porque debemos parecer perfectos.

Volviendo a los salarios me parece muy importante que vayamos acercándonos a una retribución cada vez más flexible, porque al final lo que necesitamos en nuestra vida son cosas y servicios que se pueden pagar con dinero o que se pueden disfrutar a un coste inferior si nuestra empresa es sensible a cosas tan fundamentales como la optimización fiscal y el máximo aprovechamiento de cada uno de los euros (aun) que paga a cada empleado.
El ticket restaurante es una obviedad, los gastos médicos, suministrar una batería de servicios opcionales como guarderías, economatos, comedor etc. según el interés de cada empleado deberá, en el futuro, formar parte de una forma de retribución deseable e imprescindible.
Se dice por ahí que todos estamos conformes con nuestro salario hasta que conocemos el de nuestro vecino o compañero de trabajo. Es bastante verdad, forma parte de la naturaleza humana pero tiene una solución fácil que es la equidad interna y para asegurarla tenemos herramientas como la Valoración de Puestos de Trabajo
.
Esta y otras herramientas parecidas serán cada vez más habituales en las empresas. No nos ha parecido necesario hasta ahora en muchos casos, pero es verdaderamente imprescindible para conseguir la motivación de los empleados a través de un elemento tan importante como es el salario.

Sentimientos como: “se ocupan de mi”, “sé que es lo que esperan de mi”, “el salario es correcto”, “confían y delegan en mí funciones y tareas de responsabilidad”, “el que dirige esto sabe a dónde va y nos lo explica”, ”tengo un fantástico horario flexible y me administro yo”, … serán la clave de la eficiencia y la productividad , pero generarlos será responsabilidad de los directivos , de los futuros Directores de Recursos Humanos y Directores Generales que deberán ser cada vez más profesionales practicando políticas de formación y promoción interna, comunicación clara de objetivos, equidad salarial interna y externa, delegación y seguimiento, liderazgo participativo y políticas de conciliación laboral y familiar.
Saludos

1 comentario:

  1. Hola Francesc, te felicito por tus reflexiones y por compartir tu sabiduría. Ahora, si me permites, quiero remarcar unas palabras que deberían (a mi humilde forma de ver) calar mas hondo en cada uno de nosotros, son ESFUERZO y SENTIMIENTO.

    Cada vez mas estamos mas cerca del trabajo, los dispositivos moviles actuales nos tienen informados en cada momento de nuestra vida "particular" o "profesional" con lo cual, o tenemos unos "sentimientos" hacia nuestro trabajo sinceros y con la conciencia de nuestra aportación a nuestra sociedad "granito de arena", o mejor.... nos planteamos pasar a otro mundo.
    Yo pienso que esto implica un ESFUERZO en todos los sentidos. Además sin ESFUERZO no hay avance.
    Por lo tanto esforcémonos y tengamos nuestra justa recompensa/salario como uno de los "otros" alicientes y siempre acorde con nuestro sentimiento como individuales y partícipes de nuestra evolución.

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