Una reflexión más sobre la necesidad de asegurar la EQUIDAD SALARIAL INTERNA en las empresas

La correcta valoración de puestos de trabajo es esencial para optimizar el rendimiento y la estabilidad de cualquier empresa en un entorno económico competitivo y cambiante en que las organizaciones deben ser conscientes de cómo se estructuran y remuneran los diferentes puestos.

Una valoración adecuada no solo mejora la equidad interna, sino que también ayuda a prevenir problemas como la insatisfacción y la alta rotación, factores muy costosos para cualquier empresa.

El sistema de valoración de puestos basado en factores, grados y escalas discontinuas, es una metodología eficaz para evaluar y categorizar los roles dentro de la organización, comparando de manera objetiva las responsabilidades de cada puesto, estableciendo una estructura salarial justa y coherente que refleje el valor de cada uno de ellos.

Y es que, uno de los principales desafíos actuales es garantizar la equidad salarial interna, lo que significa que los empleados en roles similares reciban una compensación parecida y proporcional a su nivel de responsabilidad, mientras que, la falta de equidad salarial genera descontento, afecta la moral y disminuye la productividad.

¿Qué entendemos por talento cuando hablamos de fidelizarlo?

En la gestión del talento dentro de las organizaciones, es frecuente asociar este concepto a una serie de capacidades técnicas, conocimientos especializados y habilidades específicas que permiten a un profesional desempeñar su función con excelencia. Sin embargo, cuando nos referimos a la verdadera esencia del talento y a su impacto en el crecimiento de una empresa, debemos mirar más allá de lo técnico.   

Fidelizar el talento no se limita a retener a los empleados más competentes, sino a generar un entorno en el que puedan desplegar todo su potencial y contribuir al propósito organizativo de manera genuina y sostenida.

 Y es que, siendo cierto que las organizaciones requieren de profesionales con conocimientos profundos y habilidades concretas como la  destreza adquirida a través del aprendizaje, la capacidad suficiente para desempeñar una función concreta, una combinación de conocimientos y habilidades que garanticen un desempeño eficaz en el puesto de trabajo, o incluso un nivel de inteligencia que les permita comprender, analizar y resolver problemas de manera efectiva, el talento que impulsa a las empresas es otro.

Son las actitudes y los valores los que generan impacto real en una organización, y los que verdaderamente hacen que una empresa no solo funcione, sino que crezca y evolucione.