lunes, 9 de diciembre de 2024

El gan cambio de paradigma en el trabajo

A medida que el año llega a su fin, me doy cuenta de que he pasado meses sin publicar aquí, y reflexionando sobre mis preocupaciones, el cambio de paradigma en el mundo laboral destaca como un tema recurrente. Por ello, me ha parecido interesante compartir con vosotros una reflexión personal al respecto.

En las últimas décadas, hemos sido testigos de un cambio radical en el ámbito laboral, marcado por la entrada de los millennials y la Generación Z al mercado de trabajo.
Estas generaciones, moldeadas por la tecnología y el acceso a información global, tienen una perspectiva más holística de la vida y están redefiniendo las normas tradicionales del empleo. 
Para ellos, trabajar para vivir es una filosofía central, en contraste con las generaciones anteriores, que a menudo vivíamos para trabajar. 
Este cambio ha obligado a las empresas y a los departamentos de Recursos Humanos a replantearse cómo atraer, desarrollar y fidelizar a los/as mejores profesionales en un entorno laboral complejo.

Las generaciones previas, como los baby boomers, priorizaban la estabilidad económica y el progreso profesional como los principales objetivos de su vida. Sin embargo, las generaciones siguientes han transformado estas expectativas, buscando un equilibrio entre la vida laboral y personal, oportunidades para desarrollarse profesionalmente y, sobre todo, un propósito claro en lo que hacen. Para ellos, el trabajo es solo una parte de sus vidas y debe integrarse armónicamente con sus aspiraciones personales, familiares y sociales. 

Personalmente, me parece que es como debe ser. Si volviera atrás, sin arrepentirme de nada de lo hecho, cambiaría algunas decisiones que tomé en su día priorizando el trabajo frente a otras cosas o simplemente mi actitud y estrés frente a problemas empresariales que, en el fondo, solo eran eso. 

En mi libro Cómo aumentar salarios sin pagar más euros, comento un episodio que ocurrió durante una reunión en París con un alto directivo que abandonó el hospital de Beauvois con varios drenajes y otros dispositivos médicos para asistir al encuentro, ingresándose de nuevo esa misma noche. Como decíamos entonces, era una reunión "muy importante". Pero, en realidad, nada lo era más que su salud, puesta en riesgo en un derroche de entrega innecesaria que no hacía falta ni era, desde luego, un ejemplo a seguir.
Yo nunca llegué a tanto, pero bebí de esa fuente durante años y n
o era raro tener tres coches aparcados en tres aeropuertos distintos: el de Porto para ir y venir de la planta de Aveiro, el de Barcelona para volver a casa y el de París, Lyon o Madrid, que eran los sitios habituales de mis recorridos. Además, acumulaba un montón de billetes de avión comprados con tarifas cruzadas para conseguir mejores precios, de los cuales la mitad acababan en la papelera. 

Afortunadamente, todo esto ha cambiado. Incluso los más activos y entregados no sacrifican sus horas de gimnasio o fines de semana, que son sagrados. Da risa pensar cuántos domingos por la tarde viajábamos para aprovechar las primeras horas del lunes en destino. 

Hoy en día, las nuevas generaciones no se limitan a buscar una fuente de ingresos. Buscan una experiencia laboral que sea significativa y que, en muchos casos, esté alineada con sus valores. 
Por eso, las estrategias de reclutamiento han evolucionado: las empresas necesitan comunicar claramente sus valores, misión y propósito para atraer a los mejores candidatos.

También el proceso de entrevista ha cambiado. Más allá de evaluar las competencias técnicas, es esencial entender las aspiraciones personales y profesionales de cada candidato para garantizar un encaje cultural adecuado, que permita construir relaciones laborales sólidas desde el inicio. 
Aunque las competencias técnicas siguen siendo importantes, las nuevas generaciones han puesto un énfasis particular en habilidades blandas como la empatía, la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico. Estas habilidades son esenciales en un entorno laboral dinámico y colaborativo, donde los equipos trabajan en proyectos diversos y globales. La flexibilidad es también fundamental. 

Hoy se valora enormemente la posibilidad de elegir cómo, dónde y cuándo trabajar. Por ello, las empresas están adoptando modelos de trabajo remoto, horarios flexibles y, en muchos casos, políticas que promuevan espacios para la reflexión y el bienestar. 

Un ejemplo notable es el de empresas como AGBAR, una empresa nada sospechosa de parecerse a una empresa de Silicon Valley con futbolín, que diseñó su nueva sede en el Paseo de la Zona Franca de Barcelona pensando en todas estas cosas y se ha convertido en un lugar muy deseado por técnicos y profesionales. O Cosentino, en Almería, que ha instalado mesas de reunión al aire libre con máquinas de café y refrescos, demostrando que el entorno laboral también influye en la motivación. 

La transparencia y la comunicación frecuente son fundamentales para las nuevas generaciones, que prefieren trabajar en entornos donde puedan expresar sus ideas, recibir retroalimentación constante y sentir que sus opiniones son valoradas. Este enfoque requiere líderes con un estilo de gestión más colaborativo, basado en la escucha activa y la empatía. 

Uno de los aspectos más destacados del cambio de paradigma laboral es la búsqueda de propósito. Estas generaciones priorizan empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad y que estén alineadas con sus valores personales. 

También es importante recordar que, aunque las nuevas generaciones están impulsando cambios significativos, las empresas cuentan con una fuerza laboral diversa, compuesta por personas de diferentes generaciones con valores y estilos de trabajo variados. Integrar estas perspectivas puede ser un desafío, pero también representa una gran oportunidad. Un ejemplo son algunas fábricas de automóviles alemanas que, con gran éxito, están constituyendo equipos intergeneracionales que suman y se complementan. 

Hace unos días, coincidí en un restaurante con una pareja de jóvenes profesionales, ambos del área financiera. Ella llevaba una mano enyesada y me comentó que no había cogido la baja porque su equipo la necesitaba en ese momento de cierre del ejercicio. Que no se me malinterprete: no defiendo este tipo de sacrificios en general, y aunque recuerda lo que hizo aquel directivo en París, está a años luz de aquel caso, pero su actitud de compromiso me resultó admirable. 

Tendemos a pensar que la búsqueda de propósito, flexibilidad y felicidad en el trabajo está en contradicción con la entrega y el compromiso, pero casos como este demuestran que no siempre es así. Creo que el cambio es positivo. 

Sin embargo, como siempre, hay quienes se pasan: personas que comienzan un nuevo empleo pensando ya en cuándo van a cambiar de puesto. Esto es especialmente grave en algunos colectivos, como el de los ingenieros jóvenes, un sector donde la demanda supera a la oferta. Según mi opinión, muchos malinterpretan lo que es una carrera profesional, saltando de un lado a otro sin consolidar ninguna trayectoria. 
Abandonar un puesto antes de cuatro o cinco años, que es un periodo razonable tanto para el empleado como para la empresa, puede ser un error. 

Así que, al margen de esos casos, bienvenida sea la nueva mentalidad conciliadora entre vida y trabajo, que supone, en el fondo, una oportunidad para que todos seamos más felices, algo esencial y básico si reflexionamos sobre el sentido de la vida y de qué va todo esto. Saludos, Francesc

martes, 14 de mayo de 2024

Hablando de salarios con Ingenieros e Ingenieras. Búsqueda de empleo, incrementos salariales y Compensación Total

Adaptándose a los Cambios: Buscar Trabajo en la Actualidad Tradicionalmente, se aconsejaba a los jóvenes que completaran sus estudios universitarios y luego buscaran empleo para “ganarse la vida”. La estabilidad laboral, un sueldo fijo y una proyección mínima eran los objetivos principales. Sin embargo, la sociedad ha evolucionado y este paradigma ya no es la norma. Los jóvenes actuales valoran aspectos diferentes y priorizan proyectos, flexibilidad y la capacidad de equilibrar la vida laboral con la familiar y el tiempo libre. Mirad este articulo completo en el anlace lateral del blog de fecha 14 de mayo 2024 Espero que sea de vuestro interes.

viernes, 12 de enero de 2024

Entre Algoritmos y Emociones. La Frontera entre la Inteligencia Artificial y las Habilidades Humanas.

Algunas afirmaciones relacionadas con las capacidades de la inteligencia artificial generan, a mi entender, una gran inquietud, aunque paradójicamente también brindan cierta tranquilidad.

Por un lado, me preocupa que se le atribuyan a la IA unas capacidades que aún no tiene, anticipando un futuro que no es del todo una realidad (después me explico) y por otro me tranquiliza ver que muchas de las competencias de las personas parecen ser, de momento, inalcanzables para las máquinas.

Cuando digo que aún no son realidad algunas de las posibilidades que se atribuyen a la IA , como que no soy un experto, debo remitirme a los que lo son, y es que recientemente en una conferencia de la NIT DE LA ROBÓTICA de los Ingenieros Industriales, el doctor Guillem Alenyà, experto en robótica asistencial y director de L’INSTITUT DE LA ROBÓTICA I INFORMÀTICA INDUSTRIAL DE LA UPC, expresaba con detalle en qué punto se encuentran algunas de las investigaciones de su equipo, como la del robot asistencial que puede dar de comer con cuchara a enfermos dependientes, y lo lejos que se encuentran aun de poder replicar el comportamiento preciso de un asistente humano que haga lo mismo.


jueves, 16 de febrero de 2023

Un poco sobre el Trabajo a Distancia

Hablar de teletrabajo, expresión que personalmente no me gusta (prefiero trabajo en remoto o a distancia), en adelante TD, se ha convertido en un tópico con presencia permanente en los debates y foros enfocados a las mejores prácticas empresariales, para conseguir lo que siempre hemos perseguido, tener a “la gente” contenta, motivada y satisfecha en su puesto de trabajo.

A veces se nos antoja difícil porque en realidad no estamos dispuestos a renunciar a unas creencias y formas de dirigir que nos han dado muchos éxitos en el pasado y como directivos nos tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones en el sentido contrario, o diferente.

No voy a decir que todo es bueno en el TD porqué las personas necesitan el contacto con las otras personas, sobre todo si se trata de conseguir unas metas comunes. El reto está en cómo conseguir las dos cosas.

De hecho, buena noticia, durante la pandemia son muchas las empresas que trabajando por proyectos han conseguido resultados extraordinarios iguales o mejores que los que conseguían con la modalidad presencial. Hablo de empresas muy distintas como LEITAT, el centro de investigación en Terrassa, o TOWA PHARMACEUTICAL, empresa líder en medicamentos genéricos, ambas en nuestro entorno y con personas de nuestras características.

jueves, 23 de junio de 2022

Explicando la historia de ENGINET aprovechando la entrega de premios de AIPE en Madrid el 23 de mayo de 2022

El dia 23 de mayo de 2022 nos reunimos en Madrid con nuestros colegas internacionales de  ENGINET, y participamos de la entrega del premio AIPE al ingeniero o ingeniera certificado/a Professional Engineer, con una trayectoria profesional excepcional, como la de Jose Luis del Valle, Ingeniero de Caminos que fue premiado en esta edición.

Aprovecho para explicar los orígenes de ENGINET y las perspectivas y objetivos perseguidos en cuanto a la movilidad internacional de los ingenieros e ingenieras españoles.




miércoles, 9 de marzo de 2022

La profesión de Ingeniero/a y la Ingeniería Industrial

Fue un verdadero placer volver a dar una charla a los jóvenes estudiantes de ingeniería que empiezan su aventura en la Escuela de Ingenieros de Terrassa.





Los estudios de ingeniería les daran la base para una carrera multi disciplinar donde pondran en juego los conocimientos adquiridos y sus propias habilidades y competencias, que deben trabajar, que iran mejorando con el tiempo y la experiencia, y que de hecho, se trabajan ya de forma muy importante en la propia Escuela.
Se nos conoce poco a los ingenieros e ingenieras. Posiblemente porque no hay series de televisión  protagonizadas por nosotros. En cambio, los médicos , arquitectos  y abogados, que tienen sus series y películas, se benefician de que sus profesiones son más conocidas.
Todo el mundo sabe que la terminal 4 del aeropuerto de Madrid la firma un arquitecto llamado Lamela, pero no se conocen los nombres de las decenas de ingenieros e ingenieras que la han hecho posible.

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jueves, 28 de octubre de 2021

Interesante Webinar con dos expertos Professional Engineer
cita el 4 de Noviembre a las 10 a.m.
duración estricta : 1 hora
Pasaremos un video espectacular












lunes, 26 de abril de 2021

Cultura presencial y teletrabajo


La pandemia y el teletrabajo, obligado en muchos casos, pone de actualidad algunos comentarios que hice en mi libro "Cómo aumentar salarios sin pagar más euros", porque hasta hace poco era muy frecuente escuchar por parte de las empresas y sus directivos valoraciones del tipo: “es el primero de llegar y último en marchar”, “está más horas aquí que en su casa”, poniendo de manifiesto que seguía siendo un valor muy apreciado el número de horas que pasábamos en  nuestro puesto de trabajo.

martes, 24 de noviembre de 2020

VUCA – COVID19 y Nuevos Paradigmas

Hace unos años, yo era el primero que cuando oía hablar de nuevos paradigmas me ponía muy nervioso porque pensaba que ya estábamos en lo de siempre: teorizando sobre cambios en la forma de organizar las empresas, los puestos de trabajo, los sistemas retributivos y otras cosas que ya no me interesan tanto.

Mi percepción sobre la necesidad de un verdadero cambio de paradigma, ahora si inevitable, cambió con el estancamiento de los salarios, se acentuó con la crisis del 2008 después de quince años de una bonanza que parecía inagotable, se multiplicó con la necesidad urgente de una reorientación del propósito empresarial más allá de los beneficios, y ha explotado definitivamente con la crisis del COVID19.

Y es que las personas son verdaderamente lo más importante para las empresas, porque ellas son la empresa; los salarios deben contemplarse como algo más que una cifra en euros a final de mes; el propósito empresarial debe alinearse con las necesidades del planeta y de las personas y el COVID19 nos debe hacer reflexionar sobre la relación entre el trabajo, la vida, y la gran importancia de las dos cosas.

Ni el teletrabajo, por ejemplo, es la panacea, ni empeñarse en una cultura presencial a toda costa tiene sentido. Tenemos que buscar el justo equilibrio.

Tampoco las empresas sin beneficios tienen sentido ni futuro, así que es necesario que los haya, pero no practicando la clásica cultura de suma cero, o que para ganar dinero haya que bajar los salarios, o destruir el medio ambiente o simplemente adueñarse de la vida de las personas y de sus familias a base de una conciliación inexistente. En este sentido cada vez son más las empresas certificadas BCorp, de lo que me alegro.

No es casualidad que incluso en el tradicional y técnico mundo de la ingeniería se despierten, también ahora en España, las conciencias, respecto a la Certificación Profesional Engineer, que otorga la Agencia de Certificación de los colegios de Ingeniería, la AQPE, donde además de conocimientos y experiencia se certifican los ingenieros e ingenieras que demuestran competencias tan importantes como la comunicación, la gestión de personas o la ética profesional.


La verdad es que es todo muy complejo y además va muy rápido porque todo este cambio navega en un proceso de digitalización del que todos hemos oído hablar pero que cuesta de “aterrizar” de forma práctica en la empresa en muchos casos.

Cuando escuchamos a los grandes gurús de tendencias en materia empresarial recibimos mensajes que van calando en nuestro interior como empresarios o como directivos, que, muchas veces, por su distancia a nuestro día a día, lo que hacen es crear un escenario de confusión que nos impide ver muy claro por dónde empezar.

Como siempre no hay recetas, ya lo sabemos, pero humildemente me permito sugerir cuatro iniciativas que nos pueden situar un paso más adelante donde volver a pensar.



En cuanto a los salarios recordar que: un buen jefe es salario, y no hace falta que nos digan que significa ser un buen jefe, porque en nuestro interior todos los sabemos. Así como que un buen ambiente de trabajo es salario. Como lo es la flexibilidad laboral, trabajando o no a distancia. Ni mucha ni poca flexibilidad, la suficiente como para permitir a nuestros colaboradores tener otra vida. La comunicación, los valores, y finalmente el salario, son salario. Este último equitativo, interna y externamente, y adecuado y sostenible para el puesto, para el empleado y para la empresa.

Por otro lado, ya es hora de dejar de pensar los procedimientos orientados a los malos, que seguro los hay. Los buenos son mayoría y ni llegan tarde, ni roban los bolis, ni son incapaces de mejorar su puesto y además tienen valores. La mayoría digo. Y si les damos confianza conseguiremos su compromiso con el proyecto.

Respecto al propósito empresarial, también muy relacionado con los valores, es tan fácil como decidir si con nuestra empresa queremos participar de un futuro mejor para todos o simplemente ir a lo nuestro mientras dure. Y digo mientras dure porque las nuevas generaciones de clientes son cada vez más receptivas a las empresas que se preocupan por sus empleados, sus proveedores y su impacto ambiental y que buscan formas más sostenibles para resolver sus necesidades.


Y hablando del virus, está claro que se han demostrado cosas que intuíamos como, la fragilidad del sistema, la dificultad para alinear voluntades que no sean para desarrollar el primero la vacuna, las fortalezas y las debilidades del trabajo a distancia, la necesidad de reinventarnos en términos de dependencia, del cuidado de las personas, la logística industrial y comercial o la movilidad de personas y cosas. Frente a lo cual disponemos únicamente de nuestra capacidad de adaptación, flexibilidad, imaginación y talento para reinventarnos. Y probablemente solo sobrevivirán son los que lo hagan.

Finalmente, hablando de digitalización, hago mías algunas ideas de buenos pensadores que nos rodean, alguno de ellos habitual de estos foros, cuando dicen que lo primero que hay que entender es al cliente y hacer fácil y a un clic todo lo que nos relaciona con él, adelantándonos a sus necesidades y utilizando los grandes recursos del IOT, BD y AI, cada uno en su nivel de posibilidades de captación de datos, capacidad de análisis y recursos disponibles.

Lo de “se hace camino al andar”, como decía hace cien años el poeta, seguro que no estaba pensado para las empresas, pero para mí que aplica perfectamente porque, mientras pensamos qué hacer, esto corre que se las pela. La gente con talento, el calentamiento global, nuestros clientes y la competencia.

No sirve correr sin rumbo ni tampoco quedarse parados. Tienen que empezar a cambiar, los que no lo hayan hecho.

Un abrazo

Francesc

miércoles, 15 de julio de 2020

Directores de Gestión de Personas opinan sobre la certificación de competencias de los Ingenieros




La certificación profesional de competencias para ingenier@s se viene realizando desde hace décadas en Gran Bretaña y en Francia. En estos países miles de profesionales se certifican según un modelo que entiende la necesidad de una formación para ejercer la profesión, pero también la necesidad de unas competencias profesionales que permitan acreditar la actuación profesional desde el punto de vista de los comportamientos y las actitudes. De esta manera, se pone de relieve la forma de practicar la ingeniería respetando los códigos de conducta, la seguridad de las personas, el desarrollo sostenible y el ejercicio de las responsabilidades desde una ética profesional irreprochable.
En el colectivo de profesionales de la ingeniería muchos de estos valores se les supone, pero no cabe duda de que ante la proliferación de títulos de Ingeniería, la confusión creada a raíz de Bolonia y las diferentes maneras de practicar la profesión, es necesario un patrón de referencia. Así, distinguiremos entre un nivel PROFESIONAL con por lo menos cuatro años de experiencia, un nivel SÉNIOR con 8 y un nivel EXPERT con por lo menos dieciséis y las competencias exigibles para cada uno de estos tres niveles.