sábado, 24 de marzo de 2012

ACTIVITY BASED COSTING Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Esta semana estuve en París participando en el Salón de la Franchise con el grupo TROC y os aseguro que había mucho movimiento. Es una Feria pequeña, que no tiene nada que ver con los grandes eventos como BATIMAT, pero estaba muy animada y se hicieron multitud de contactos. Viendo el éxito te das cuenta de que Francia está mucho mejor que nosotros. No descubro nada pero es a base de constatar personalmente las cosas que uno siente de verdad como están.

Curioso el poco interés que demostraron la mayoría de bancos franceses para hacer negocios en España cuando les planteaba financiar a los franquiciados de la red. Esto de la CE sirve solo para cosas de más “altura”.
Así pues , seguiremos confiando en el Banc Sabadell que es uno de los mejores en esto.

Francia estaba conmocionada por los últimos asesinatos del fanático que afortunadamente ya está fuera de juego. Es curioso como los franceses siempre acaban estas cosas de manera rápida.
Por cierto, soy cada vez más fan de VUELING y la amabilidad de sus empleados que el martes por la noche en ORLY consiguieron “meterme” en un avión previo al mio, sin cargo alguno, con sonrisas y ganas porque ya estaban embarcando. Da gusto viajar con gente así.

Centrándonos en el motivo de mi post, fue el artículo que leí en LA VANGUARDIA sobre los desaguisados cometidos con pena de cárcel para un político Balear y el hecho de haber firmado esta semana un contrato de INTERIM MANAGEMENT con una gran empresa multinacional para implantar a nivel corporativo un sistema de cálculo de costes basado en la metodología ABC, lo que me hizo reflexionar sobre la necesidad de aplicar metodologías como esta, también en la Administración.
Probablemente sería para echarse a llorar lo que saldría de este estudio.

Supongo que muchos conocéis este sistema de cálculo de costes, pero para los que no, lo explico en unas pocas líneas sin entrar en aburridos detalles.

ABC o Activity Based Costing, trata los costes indirectos y su imputación a través de distintos criterios a los productos o servicios finales que producimos. Después de haber calculado cuanto nos cuestan las actividades indirectas que realizamos en la compañía: comprar, investigar, facturar, expedir, etc., se estudian cuales son los indicadores más adecuados, los llamados “Cost Drivers”, para imputar esos costes, de forma fina, a cada uno de los productos o servicios. Sumándoles los costes directos de estos, obtenemos el coste total.

La sorpresa sería mayúscula y el susto grande si aplicáramos estas técnicas de cálculo de costes a los productos o servicios resultantes de algunas actividades lideradas por nuestros políticos y administraciones.

Os imagináis el coste real del aeropuerto de León que según los papeles costó 80 millones?. O la “escasamente rentable” (eufemismo utilizado por el ministro de Fomento para no decir algo gordo) línea de alta velocidad Madrid-Valladolid, que costó, dicen, la friolera de 4.200 millones de euros?
No tengo ni idea pero me atrevo a decir que ya estamos multiplicando estas cifras por dos o por tres, en algún caso, porque aquí los costes indirectos son de aúpa.

Las empresas que contratan este tipo de estudios persiguen la optimización de sus procesos y la mejora de productividad en todas sus actividades.
No debería la Administración querer lo mismo?
Siempre he dicho y defendido que si en una línea de fabricación hay alguien ocioso prefiero verlo sentado explícitamente ocioso que camuflado en la producción haciendo “nada”. Pero para eso no debes tener miedo de enfrentarte con el problema porque es la única forma de solucionarlo.

También las administraciones deberían enfrentarse al problema e implementar un sistema ABC para determinar el coste de sus procesos aunque no les guste el resultado y éste les obligue, seguro,  a emprender acciones correctivas para mejorar su productividad.

Saludos

1 comentario:

  1. Para los que no conoceis los detalles ocultos de los AVE públicos, pagados con dinero público, y explotados con dinero público añadido, os diré que en los costes de explotación, RENFE (la operadora de los trenes, no de la via que es de ADIF), NO PAGA NI LA AMORTIZACION DE LA INVERSION NI EL COSTE DE MANTENIMIENTO DE LA VIA, que no es moco de pavo.
    Se paga todo con dinero público.
    Así ya se puede tener la segunda red TGV del mundo detrás de China!
    Por tanto, en muchas AAPP se prefiere no tener sistemas de costes, ni tampoco sistemas de información y tramitación pues no conviene.

    rocral

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