viernes, 16 de diciembre de 2011

EL FENÓMENO MIGRATORIO ACTUAL - RIESGO ... OPORTUNIDAD ?

Sabor agridulce es lo que me sugiere la actual tendencia migratoria de muchos profesionales españoles al extranjero en busca de oportunidades.

Agrio porque está claro que nuestro país no les está ofreciendo esas oportunidades pero también dulce porque si comparamos esta situación con la emigración española tradicional podemos decir que en este momento estamos “exportando” talento en vez de mano de obra, y esto dice mucho de nuestro país y su desarrollo en los últimos años.

Por otro lado, si analizamos donde están los españoles “residentes” en el extranjero, veremos que el 50 % se reparten entre Argentina, Francia, Venezuela y Alemania. Que los más emprendedores se lanzaron a Sudamérica en busca de su oportunidad ayudados por el dominio del idioma, llegando, en muchos casos, a crear sus propios negocios, pero un fuerte colectivo se desplazó a Francia y Alemania como mano de obra barata y productiva.

Seguimos siendo “productivos” pero ahora exportamos talento. Esto está bien, lo que sería fantástico es poder “cobrarlo” como un producto o servicio cualquiera, ya que los costes de formación de un universitario rondan los 60.000 € y está claro que si se va fuera no se producirá el “retorno” esperado y necesario.

Más de un millón trescientos mil españoles residen en el extranjero pero lo realmente preocupante es que en los tres últimos años se han marchado fuera más de ciento veinte mil jóvenes, la mayoría de ellos altamente cualificados : médicos, biólogos, arquitectos, informáticos o ingenieros,  que intentan escapar al paro, obtener un salario atractivo y un equilibrio entre su vida personal y profesional (otro día hablaremos de conciliación, horarios y productividad).

Como que el dato asusta un poco he querido investigar y he comprobado que el colectivo entre 20 y 40 años residente en el extranjero ha aumentado entre 2009 y 2011 en setenta y ocho mil personas (saldo neto), por lo que es muy probable que la cifra de 120.000 emigrantes cualificados "exportados" en tres años sea real.

Si invertimos en Investigación la mitad que Francia y la tercera parte que Suecia (en % PIB) es normal que podamos ofrecer menos puestos cualificados que nuestros vecinos, que en este momento están necesitados de personal sanitario en Francia o Ingenieros en Alemania.

El nuevo perfil del emigrante es un profesional que se mueve por un proyecto. Los jóvenes profesionales no salen de España y van al país que mejor los acoja, sino al que mejor proyecto profesional les ofrezca
El riesgo está aquí: “exportamos” talento y no le cobramos nada a nuestro “cliente”, el que disfrutará del servicio, porque la situación esta tan mal que parece que nos conformamos con ahorrarnos el subsidio de paro de aquel que no va a encontrar trabajo de acuerdo con sus capacidades y formación.

Esforzándome por encontrar una lectura positiva estoy pensando en las empresas españolas que tienen filiales fuera o están emprendiendo la senda de la exportación y tienen dificultades para expatriar personal propio.


Podemos encontrarnos de repente con un colectivo de profesionales españoles que han accedido a ofertas de empleo en el extranjero, con más o menos ganas de volver, en muchos casos menos que más, ya que las generaciones actuales no tienen el apego histórico a la tierra y se encuentran en cualquier país de Europa o del mundo como en su casa después de los Erasmus o frecuentes viajes que ya llevan a sus espaldas con poco más de veinticinco años de edad.

Estos profesionales, que en poco tiempo estarán realizando trabajos directivos,  fácilmente pueden estar tentados de acabar trabajando en filiales de empresas españolas y pueden ser un buenísimo empujón para consolidar muchas de ellas en el extranjero, y este nuevo escenario puede resolver uno de los problemas más complicados cuando se trata de exportar: las personas.

En muy pocos casos, que conozca, se han resuelto bien las expatriaciones de profesionales españoles cuando se trata de repatriarlos o de motivarlos lo suficiente como para que acepten residir largos periodos de tiempo en el extranjero, y esto se acusa mucho más cuando se trata de países donde las diferencias culturales son grandes con respecto a nuestro país.

Está bien que nos posicionemos en puestos de responsabilidad fuera de España aunque sea por necesidad, ya que poco a poco nuestro país y nuestros profesionales irán adquiriendo ese perfil Internacional que hasta ahora, en general, no tenían y no será extraño ver profesionales de aqui accediendo a ofertas de trabajo de gerente o cualquier otra función directiva en empresas extranjeras "en el extranjero".

El poco dominio de otros idiomas , principalmente el inglés , la necesidad de comprar un pequeño espacio personal , casa , piso , en vez de alquilar, o el apego tradicional a la tierra y la inmovilidad geográfica asociada, han sido algunas de las anclas que nos han impedido hacerlo antes , y parece que , poco a poco, vamos liberándonos de ellas.

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